DANIELITA
Eres mi hija amada,
Mi niña bonita,
Que tanto esperé ,
Hoy con temblor
Te veo crecer.
Y pienso que algún día,
De mis brazos partirás.
Algún día grande serás.
No creo que yo
Para ese momento,
Preparado esté.
Pero hago lo posible,
Para que tú si lo estés.
Por ello me esfuerzo,
Para que aprendas valores,
A luchar y esforzarte,
A entender que todo lo puedes,
En Cristo que te fortalece.
No es fácil ser tu papá.
Cuando presionar o ceder,
Porque lo que deseo,
Lo que tanto busco ,
Es extraer lo mejor de ti,
Que como el diamante,
Que se extrae del carbón,
Se golpea con un cincel,
Se pule y lija,
Para separar todo lo que impide,
Que la piedra preciosa brille.
Amada, Dios puso en ti,
Todo lo necesario para alumbrar,
Para brillar y ser feliz,
Reflejando en ti su gloria,
Como su excelsa creación.
Orando le pido a Dios,
Que llene tu vida de gracia,
De paciencia, inteligencia y sabiduría,
Que de su Espíritu estés armada,
Cuando llegue el día malo,
Sabes que te amo,
Y confío en Dios que,
Cuando los años cubran de nieves mis sienes,
Me llenarás de gozo y alegría,
De saber que en Dios has triunfado.
Aldo Rojas - Lima, 12 de Octubre 2007.
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